BIBLIA: "¡ PRINCIPIO DE VIDA !"

AMADO…AMADA…PIDE AL SEÑOR EL DON DE FE…Y ÉL, TE LO DARÁ ¡!!...

Los discípulos se maravillaban continuamente al ver los milagros asombrosos que el Señor, hacía:

“Y echado fuera el demonio, el mudo habló; y la gente se maravillaba, y decía: Nunca se ha visto cosa semejante en Israel.” (San Mateo 9: 33).

“Viendo esto los discípulos, decían maravillados: ¿Cómo es que se secó en seguida la higuera?” (San Mateo 21: 20).

“Entonces temieron con gran temor, y se decían el uno al otro: ¿Quién es éste, que aun el viento y el mar le obedecen?” (San Marcos 4: 41).

Sin embargo, la grandeza del Poder del Señor, quedó demostrada en Su Resurrección; cuando Él, triunfó para siempre sobre el pecado y la muerte.

¿Necesita hoy el poder de la resurrección de Cristo, en su vida?...

“ESTE PODER DE NUESTRO SEÑOR JESUCRISTO, ESTÁ DISPONIBLE PARA USTED… POR LA FE”.

Siervos y Siervas del Señor...Hermanos y Hermanas…Creyentes en Cristo Jesús…Amigos y Amigas: confíen, que Él, puede y quiere ayudarles en todos los aspectos de sus vidas:

"4 Pero Dios, que es rico en misericordia, por su gran amor con que nos amó, 5 aun estando nosotros muertos en pecados, nos dio vida juntamente con Cristo (por gracia sois salvos),” (Efesios 2: 4, 5).

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ORACIÓN DIARIA 

“Hete llamado, OH Jehová, cada día” (Salmos 88: 9). — Es imposible vivir una vida cristiana normal, sin la práctica de la oración diaria. Aquel gran hombre de negocios, primer ministro del imperio persa, que se llamó Daniel, sentía la imperativa necesidad de subir cada día las escaleras de su palacio, hasta su cámara de oración, y esto no una, sino tres veces al día. Él, no se olvidó de este deber cristiano, ha sido la causa de muchas caídas, el no ejercitarlo;  y su práctica, el secreto de muchas vidas poderosas. Conviene, empero, incrementar la realización de este deber cristiano. Por esto es bueno preparar el espíritu, con alguna lectura piadosa que nos impulse a orar. Conviene que tengamos algo que decir a Dios, que salga del fondo del corazón, antes de abrir nuestros labios delante de El. 

¿Será que en verdad, nos preparamos para la Oración...lo hacemos diariamente...ó, cuando oramos, lo hacemos de corazón, para El Señor...cuántas veces oramos al día...?...


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PERDÓN DIARIO

“Perdónanos nuestros pecados, porque también nosotros perdonamos a los que nos deben” (San Lucas 11: 4). — La conexión de este texto con el precedente: “El pan nuestro de cada día”, muestra la necesidad tanto de recibir cada día de Dios, el perdón de nuestros pecados, como de borrar y olvidar por nuestra parte, las ofensas de que hayamos podido ser objeto durante el mismo espacio de tiempo. Una ofensa retenida se agranda, como ocurre con la más insignificante bola de nieve, a menos que sea liquidada y disuelta pronto. De ahí la exhortación apostólica: “Airaos, pero no pequéis; no se ponga el sol sobre vuestro enojo,”  (Efesios 4: 26).

(Véase anécdota Se pone el sol)

Es una hermosa práctica el reflexionar diariamente delante de Dios, acerca de los errores y omisiones cometidos durante el día, pidiendo vista espiritual para apercibirnos de ellos: “Enséñame tú lo que yo no veo; Si hice mal, no lo haré más.”  (Job 34: 32). El examen de conciencia, si se deja por semanas o meses es mucho más difícil; ésta es una de las grandes enseñanzas del Padrenuestro.


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